El futuro de la candidata a la Vicepresidencia norteamericana por el Partido Repúblicano Sarah Palin, se ha tornado de un grado total de incertidumbre y dudas. Tras el innegable impacto de los primeros días tras su nominación, el escepticismo infundió a muchos un sentimiento in crescendo por los múltiples errores y meteduras de pata que iba cometiendo la Gobernadora del Estado de Alaska.
A su regreso a Alaska tras el decepcionanete resultado electoral repúblicano, sin embargo, fue acogida por numerosos conciudadanos del Estado que gobierna, animandola con pancartas referentes a su hipotética candidatura a la presidencia en 2012.
Si ese es el pensamiento de la pizpireta Palin, tendrá que tener en cuenta los enemigos que se ha creado en el Partido Conservador de los Estados Unidos durante la reciente campaña electoral. Si la derrota es lo que se obtiene tras una agotadora campaña electoral, las divisiones en el partido derrotado y el buscar chivos expiatorios y que expliquen la misma son habituales, y en este caso la sonriente Sarah no va a ser menos, llevándose buena parte de las críticas y acusaciones para tratar de explicar el descalabro republicano.
Incierto futuro político al menos el de la señora Palin.
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